Hace unos días estuvimos revisando diversas paginas web de la hinchada verdiblanca de hace algunos años; allí pudimos encontrar una reflexión de suma importancia, tanto para quienes arrancan con este sentimiento,así como para quienes llevan años tras el Deportivo Cali, la cual me permito compartir con ustedes:
"...No hay amor más puro que el de un hincha de verdad, ese enfermo que no quiere curarse de goles, que no quiere desprenderse de sus objetos más valiosos: un gol en el último minuto, un túnel en las cinco con cincuenta, una atajada hermosa cuando hasta la esperanza había sido vencida, una foto vieja con el ídolo de infancia, o la primera vez que vio y vivió un estadio de fútbol.
Si uno puede vivir sin fútbol entonces no es hincha de verdad. Si alguien puede sobrevivir más de una semana sin el rumor de un balón en una cancha, sin las ganas de saber cómo va el clásico o el preliminar, sin la necesidad de saber si fue gol o no, sin la pasión por dentro exigiéndole respuestas, entonces no es un hincha, tan sólo un simple mortal .
Hincha es aquel hombre o mujer que vive, sueña, se alimenta, respira gambetas, goles y triunfos de su equipo amado. Personas que asisten a cada partido con la fe de la primera vez y que aún hoy, años después, se desmoronan por dentro cuando su equipo juega de visitante y no pueden ir con él o seguirlo al pie de la letra por radio.
Hinchas, pero de verdad, son aquellos seres que se llenan de cábalas y agüeros para garantizar el triunfo de su equipo. Individuos que se casan con un camiseta, con un cigarrillo, con un ritual para entrar al estadio, con una emisora con tal de ver ganar a su divisa. Seres que se enfrascan en peleas no violentas con los compañeros de oficina, de colegio, de la vida, por el color de una camiseta.
Hombres que han perdido a más de una mujer por andar siguiendo un balón. Mujeres que han abandonado a un hombre por no entender un buen gol. Seres que prefieren la soledad de un estadio, así no vaya nadie más, a la comodidad de un sofá y la transmisión por tv. Personajes extraños que no saben la capital de Belice, pero que recitan las alineaciones y nombres de jugadores de épocas en las que ni siquiera vivieron.
Hincha, pero de verdad, es aquel que ha sufrido y aún sufre por su equipo pero que jamas ha negado su amor hacia él. Abogados, médicos, periodistas, ingenieros, arquitectos, desempleados, que salen orgullosos con la camisa a la calle, con el alma a la calle, así la temporada haya sido mala y así todos la hayan vuelto a archivar.
Hincha, pero de verdad, es el que ha ido a la sede de su equipo sin importar si es grande o pequeña, moderna o antigua, sólo por el placer de conocer donde se preparan los ángeles antes de ir al paraíso. Personas que guardan en la billetera, o en el cuarto, entre las fotos de familia, ese autógrafo que su papá le consiguió a los 7 años y que le cambió la vida. Hincha, pero de verdad, es el que no maldice a su equipo, el que no le grita, nunca, bajo ningún motivo, improperios ni madrazos, aunque eso no signifique que por dentro no se está muriendo. Hincha, pero de verdad, es un hombre o mujer que no insulta a sus jugadores así pierdan por goleada, porque sabe, como un acto de fe, que más allá de ellos está la institución a la que se ama y que ellos pasarán pero la camisa seguirá por siempre.
Hincha, pero de verdad, es el que ha visto a su equipo ganar, perder y empatar y sigue asistiendo al estadio con la misma fe y alegría de cuando se fue líder. Hincha, es aquel que puede decir que se ha insolado en un cancha, o ha titiritado hasta el tuétano su propio frio. Hincha, es aquel que no escoge partido porque el fútbol es un ritual y no un acto de momentos. Hincha es el que recuerda a la perfección la primara vez que hizo un gol, o que vio uno hermoso, porque ese acto lo marcó para siempre.
En fin, hincha es el que suda la camisa en el estadio y no en la comodidad de su casa. El que analiza en el intermedio el juego y se llena de fe y de esperanzas para el segundo tiempo. Hincha, es el que no abandona nunca la cancha hasta el final y que cada inicio de temporada repite con la fe intacta: este año sí.
Hincha, pero de verdad, es aquel que sabe que el fútbol es una prolongación de su capacidad de soñar, una representación metafórica de la felicidad hecha tierra. Pero sobretodo, hincha es un hombre o mujer incomprendido por los demás mortales, simples mortales, que no entienden tanta tinta derramada por un balón y que no lo comprenden, porque no aman como lo hace él a un equipo.
Yo, la verdad, soy un enfermo del fútbol, un hincha en el sentido clásico de la palabra, un ser que no puede vivir sin fútbol, pero más importante, que no quiere estar sin él. Un confeso futbolista frustrado, que sueña, vive, respira, escribe fútbol, porque todo lo que sabe de la vida, de sus alegrías, tristezas, injusticias, las ha aprendido allí.
Hincha, soy yo, usted, todos, los que contamos los días para volver a la cancha..."
Vía: http://solofrv.blogspot.com/2007/04/mentalidad-ultra.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Casual Crew Bucaramanga
Keep Walking
2002